Selfie de Alberto con corona en el espejo, en una habitación llena de adornos de cumpleaños

41 años

Hoy 4 de enero ando cumpliendo 41 años.
Yo en general paso de celebraciones, nunca me han gustado, pero resulta que a mis hijos lo que a mí me guste o no, les viene dando igual, así que desde que están ellos mi cumpleaños se celebra a lo grande y a lo largo de todo el día, y no falta de nada, ni tarta, ni globos ni corona.

Yo no ando en mi mejor momento ¿sabéis esos adolescentes, que andan nerviosos, medio perdidos, que están muy feos, porque les falta un par de golpes de horno para dejar de ser niños para siempre y pasar a ser adultos?
Pues así es como me siento yo, pero en el siguiente nivel, tengo algún conflicto entre el chaval que llevo dentro y el proyecto de “señor” que se me muestra en el espejo. Y digo proyecto de"señor" porque a este le falta también un rato en el horno para acabar de estar listo.

Y ese conflicto afecta a todo, por ejemplo, llevo tiempo que no sé ni como vestirme.
Pero lo más así es que no sé si le estoy dando la importancia que debería a las cosas que veo que son muy importantes para la mayoría de la gente, en principio eso siempre me ha dado igual, pero igual se me escapa algo importante que no soy capaz de ver.

Hay gente que salda la crisis de los cuarenta comprándose una moto, o buscando un nuevo hobby, yo no voy por ahí, pero sí que ando como en una búsqueda de respuestas ante una época de cambios vitales.
Vaya chapa os estoy metiendo.

En fin, que poco a poco voy a ver si pongo las cosas en orden, lo primero es acabar de recuperarme de una gripe infernal que me ha traído por la calle de la amargura todo el mes de diciembre y me ha quitado de hacer todo lo que me gusta, bueno casi todo, porque del amor de la familia, ese calor, esas tonterías, ese precioso caos… Eso no me lo quita a mí una gripe.

Ojalá mucha salud y mucho amor para todos este año que recién empieza.

Yo creo que este año voy a volver a grabar canciones, ya os iré contando.

Muchos besos para todos!!

Alberto.